Mediación de conflictos

¿Qué es un mediador de conflictos?

Un mediador es un creativo de estrategias cuyo objetivo tienen conseguir una comunicación fluida entre las partes a fín de alcanzar una solución satisfactoria. Conseguir recuperar la comunicación constructiva y de respeto cuando se está en el punto de reproches, insultos, sentimientos o deseos es la mejor de las recompensas.

Nuestro mediador le ayudará a recuperar la comunicación cuando parece del todo imposible que las partes en conflicto puedan volver a recuperar la relación de respeto que en el pasado había existido. Velamos para que las partes implicadas en el conflicto dispongan de la información y el asesoramiento suficientes.
Desarrollamos una conducta activa con el objetivo de llegar a un acercamiento entre las partes destinado a la consecución de un acuerdo.

Áreas prácticas

Mediación comunitaria

- Gestión de conflictos entre vecinos/as.
- Gestión de conflictos entre compañeros de piso, pisos turísticos, amigos, etc.
- Mediación en Comunidades de Propietarios: gestión de reuniones, acuerdos entre vecinos, gestión de conflictos, actas, cumplimiento de acuerdos, etc.
- Ruidos.
- Olores.
- Espacios y zonas comunes.
- Mejora de la convivencia y seguimiento de los acuerdos.

¿Qué costes tiene la mediación y cuántas sesiones son necesarias?

– La sesión informativa se puede realizar telemáticamente.
– Los costes de la mediación son proporcionales al número de sesiones.
– Se recomienda un máximo de 6 sesiones. Dependiendo del caso se ajusta la frecuencia.

Mediación familiar

- Conflictos generales entre familiares: progenitores, hijos, abuelos, parejas y matrimonios.
- Herencias.
- Relevo generacional y empresarial.
- Cuidado de personas dependientes.
- Fortalecimiento de las relaciones y lazos familiares.
- Estrategias sistémicas para la mejora familiar.

Formación en la mediación

-Se ofrece formación a particulares, empresas e instituciones de mediación, gestión alternativa de conflictos y negociación.

FAQS

– La sesión informativa se puede realizar telemáticamente.

– Los costes de la mediación son proporcionales al número de sesiones.

Se recomienda un máximo de 6 sesiones. Dependiendo del caso se ajusta la frecuencia.

– Ser resolutivo con los conflictos que vayan apareciendo en tu día a día.
– Herramientas para ser claro/a y correcto/a comunicándote (asertividad)
– Vas a ser capaz de expresar tus intereses y necesidades de forma óptima
– Cambio de marco mental y estrategias psicológicas para el bienestar personal.
– Vas a entender el conflicto de manera constructiva y transformadora, mejorando así tu estabilidad y tranquilidad emocional
– Autonomía negociando, hablando o gestionando temas importantes para ti
– Generarte preguntas poderosas que te hagan avanzar en tus propósitos.
– Empoderamiento y responsabilidad personal.

– Acompaña a las partes en conflicto en la gestión de discrepancias, intereses y posiciones.
– Busca la colaboración de las partes y no que haya ganadores y vencidos. A diferencia de un juez, el mediador se mantiene neutral e imparcial con las partes: no se posiciona a favor de ninguna ni toma decisiones por ellas.
– Entrevista individualmente a las partes para comprender el caso desde la confianza y confidencialidad. Si ambas partes están de acuerdo en verse y hablar el mediador procede a iniciar la mediación.
– Actúa de soporte cuando las partes no están aún empoderadas para gestionar por si solas el conflicto. El objetivo es que el mediador ayude temporalmente para que las partes sepan por sí mismas gestionar conflictos venideros, dejando siempre la posibilidad de regresar a la mediación.
– Pon límites a las descualificaciones en discursos y lenguaje. El mediador tiene la obligación de interrumpir cualquier muestra de desprecio u odio y garantizar un ambiente adecuado y sano.

– No quiere ganar ni perder, pretende mejorar y potenciar
– No actúa de parte ni juzga.
– No es ninguna terapia de psicología clínica estrictamente, aunque toma algunas de sus formas de intervención y técnicas.
– No es una solución definitiva a los conflictos particulares y grupales. No todos los casos son mediables y a menudo requieren de otros abordajes complementarios para una óptima resolución.